mercoledì 6 gennaio 2010

BÚSQUEDA Y ENCUENTRO


“Los hongos comestibles se encuentran si uno los busca con pasión, por esta misma razón, para mí los hongos hacen referencia al Divino Creador, porque se encuentra a Dios después que se le busca”. Sonriente y con una mirada que suscita curiosidad, Giovanni Battista Pastorino, sacerdote incardinado en la diócesis de Génova, exterioriza su alegría contagiosa inmediatamente después de haber encontrado un hongo comestible. Después, mientras se inclina para coger el hongo, me dice: “Un día los he llevado como regalo al cardenal Bertone y no tengo duda que los haya invitado al Papa Benedicto XVI.”

Con motivo de la fiesta de la Epifanía, el Santo Padre en el rezo del Ángelus ha resaltado: “La estrella y las Sagradas escrituras fueron las dos luces que guiaron el camino de los Magos, los cuales aparecen como modelos de los auténticos buscadores de la verdad”. Estas palabras recuerdan a San Agustín de Hipona, padre y doctor de la Iglesia, buscador incansable de la verdad haciendo uso de su brillante inteligencia y profunda fe. Su pasión por encontrar la verdad y la felicidad, fue el motor de su búsqueda coherente. Búsqueda personal mediante el ejercicio de la razón y la fe “Creo para entender, entiendo para creer”, sin prejuicios, sin miedo.

Como todo el que busca encuentra, Los magos encontraron el niño Jesús, se postraron ante él donándole lo mejor de sus regalos. San Agustín encontró a Dios y le ofreció el don personal de su existencia, cambiando su estilo de vida. Este es el camino que han recorrido quienes de verdad han buscado a Dios, en la ciencia o en su trabajo profesional, o simplemente como Giovanni Battista Pastorino, en el hobby de su vida personal.

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