Robert Schuman, Alcide De Gasperi e Konrad Adenauer, han sido los tres padres fundadores de la Europa unida. “De Gasperi nos enseñó a rezar en los momento difíciles, pero fue un grande cristiano sobre todo porque nos dejó un claro ejemplo de una política entendida con ‘P’ mayúscula”, así lo recuerda Julio Andreoti en la revista internacional 30 giorni. La mujer y el hombre que se dedican a la política manteniendo su identidad cristiana, siempre hacen el bien, no obstante las dificultades de las circunstancias en las que les toque vivir. Seguramente para un político laicista, actualmente eso es imposible. Sin embargo gracias a la historia –maestra de la vida- recordamos la vida de personajes ilustres que han tenido la capacidad de mirar lejos, sin horizontes ni fronteras, distinguiendo y articulando lo pasajero de lo permanente, lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo, sin caer en engaños ni confusiones.
La Iglesia actualizando el Evangelio de su fundador Jesucristo, ha ido articulando sus enseñanzas en materia social. Julio Andreotti recuerda que “cuando de Gasperi hablaba a los jóvenes, organizaba sus discursos en referencia a la Doctrina Social de la Iglesia”. De Gasperi había percibido que los principios constitutivos de la Doctrina Social de la Iglesia, no van contra la libertad y la dignidad del hombre; por eso él fue uno de los primeros en practicarlo en su labor política. ¿Cuál ha sido la principal motivación que tuvieron los padres fundadores de la Europa unida para que su visión se haga realidad con el pasar del tiempo?, indudablemente su visión integral del hombre. El hombre visto como persona más allá de los confines del propio territorio patrio.
Todos los hombres y todas las mujeres que se dedican a la actividad política manifiestan, sea de modo directo o indirecto, una cierta visión del hombre; de acuerdo a ella programan y ejecutan su labor. Si en el ejercicio de esta actividad, no tuvieran en cuenta la visión integral del ser humano propuesto por la Doctrina Social de la Iglesia, se estarían privando de un rayo luminoso, tal vez indispensable, para combatir la oscuridad del momento presente.
Excelente comentario. Verdaderamente que todo empieza desde la forma de ver o entender al hombre.
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