“Debo lamentar la decisión adoptada… No estoy de acuerdo porque soy un defensor de la vida y de los derechos humanos”, aunque parezca mentira, éstas fueron las palabras del Congresista peruano Carlos Torres presidente de la comisión especial encargada de revisar el Código penal del Perú, luego que acordaron despenalizar el aborto eugenésico y sentimental.
Esta reacción del congresista manifiesta la sensibilidad humana inscrita en la “conciencia” frente a un tema tan delicado como es el derecho a la vida, sin el cual el hombre y la mujer no pueden ejercer ningún otro. Sin embargo no todos lo piensan así. “El respeto a la vida lleva a que en determinado momento se diga ‘¿Se defiende el derecho a la vida de la madre o no?”. Así, como Ud., las lee, éstas han sido las palabras del Ministro de Salud Oscar Ugarte, dirigidas a los periodistas. Por lo general cuando se trata de regular legalmente temas delicados como el derecho del niño concebido no nacido - La Constitución peruana reconoce que la vida humana se inicia con la concepción - o la eutanasia, se piensa que la Iglesia católica se “opone”, dando la impresión que solamente ella es la única interesada en defender la vida. Esta vez en Perú se percibe un clima diverso. Basta leer llegó Herodes!, artículo escrito y publicado en “El Comercio” – uno de los principales diarios del Perú - por el ex primer ministro Luis Solari de la Fuente, el pasado 12 de octubre del 2009.
Claro, como era de esperar, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Arzobispo Metropolitano de Trujillo, Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM, ha hecho público “El concebido es sujeto de derechos en todo cuanto le favorece”. Impresiona el tono de lenguaje: “Recuerda que también tú fuiste un embrión, un feto. Hoy vives, por eso ama y defiende la vida y alaba al Señor tu Dios.” Defender el “embrión” no es responsabilidad sólo de “algunos” – quienes tienen creencias religiosas – ante todo, es responsabilidad “mía” y “tuya”. Solamente así podemos decir: ES RESPONSABILIDAD NUESTRA!.
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